Crujío
Con la personalidad de marca de Inés Rosales.
Nuestros crackers son ese amigo que se apunta a todos los planes, que siempre está, y todo le viene bien. El que antes de preguntar ya tiene el Sí como respuesta, al que no le importan ni con quién, ni dónde, ni cuándo.
Propusimos un naming natural y joven. Realizamos un juego a lo español, incluso a lo andaluz, pero de manera sutil. Se dota de emoción y sentimiento, al hecho de saborear los crackers. Esos crackers que crujen y son perfectos como snack o aperitivo para matar el gusanillo, o dicho de otro modo, al momento en que nos suenan o crujen las tripas.
Para rematar, lo acompañamos de un packaging desenfadado y práctico que recogiese todos estos valores. Unos crackers se han ganado un pellizquito de nuestro corazón y nuestro estómago.




Capacidad de reinvención, adaptación y resiliencia. Estar preparados es siempre la estrategia correcta para afrontar los desafíos de hoy y mañana.